Si nos centramos en los principios de la Educación Infantil  uno de los más importantes es el que nos dice que debemos preparar a los niños y niñas para la vida en la sociedad que nos rodea. Una buena herramienta para ello son los juegos de roles.

Con ellos, de forma instintiva, los niños y niñas son capaces de adquirir “nuevos papeles”, con toda la adquisición de conceptos que esto conlleva.

Hablamos de juegos de roles cuando el niño/a es capaz de interioridadun “papel” diferente al suyo y empalizar con él, es decir, cuando juega a ser alguien que no es. Estos juegos son muy importantes y deben estar presentes a lo largo de la niñez, ya que, a través de ellos somos capaces de desarrollar aspectos fundamentales de la personalidad, como pueden ser la empatía, la colaboración, el respeto, etc. Además, estimulan el desarrollo tanto verbal, como corporal y social, en un momento de la vida dónde se está aprendiendo cómo nos debemos comportar en sociedad.

Los juegos de roles, son también un reflejo de los juegos de imitación, por lo que nos pueden a detectar problemas existentes en la vida del niño que de otra forma pasarían desapercibidos. Es común encontrar a niños/as, que adquiriendo roles diferentes al suyo, son capaces de proyectar problemas como discriminaciones por parte de compañeros, miedo al médico o la oscuridad o incluso malos tratos hacia su persona o personas de su entorno cercano.

Por todo esto, y teniendo en cuenta la labor educativa que realizan este tipo de juegos, es muy importante no caer en el error de considerarlos juegos de niñas o juegos de niños. Los niños pueden ser cocineros y las niñas bomberas, el hecho de considerarlo un juego de sexo masculino o femenino sólo existe desde la percepción adulta. Lo importante es que el aprendizaje que el niño adquiere a través de éstos juegos sea significativo para la vida y lo haga sentir cómodo dentro de su juego.